
Ésa es la opinión de algunos abogados y científicos expertos en el clima, para los cuales el pequeño pueblo de Kivalina podría hacer historia y llevar a una reducción en la emisión de gases de efecto invernadero.
La aldea de cerca de 400 pobladores Innuit se encuentra en la punta de una franja estrecha de tierras bajas en el extremo noroeste de Alaska, en Estados Unidos.
Los habitantes de Kivalina reanudaron recientemente su lucha judicial contra más de 20 de las mayores compañías de petróleo y gas a nivel mundial, incluyendo ExxonMobil, BP y Shell.
Los líderes de la comunidad aseguran que la aldea, situada dentro del Círculo Ártico, solía ser protegida durante gran parte del año por el hielo marino que aminoraba el impacto de las violentas tormentas que golpean la costa del Mar Chukchi.
"El aumento en la temperatura del aire y del agua, la falta de hielo marino y el derretimiento de la capa helada permanente sobre tierra, permafrost, llevaron a una erosion masiva que está socavando la infraestrucutra de la aldea", dijo a la BBC Heather Kendall Miller, abogada que representa a la comunidad.
Los pobladores están pidiendo indemnización por los daños y perjuicios a su propiedad que, según aseguran, fueron causados por la contribución de las empresas petroleras al calentamiento global.
"Kivalina está siendo literalmente tragada por el océano y la comunidad deberá reubicarse en otro sitio en los próximos cinco a diez años", aseguró Kendal Miller.
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